La historia de Marvin Heemeyer: el hombre que destruyó una ciudad por venganza
Resumen:
Un tío se compra un terreno y construye un taller mal hecho sin una carretera que lo conecte.
Para llegar al taller atraviesa un terreno privado.
Cuando construyen en ese terreno, se compra un bulldozer para crear una carretera ilegal hacia su taller.
Cree que el es distinto a los demás y tienen que perdonarle todas sus irregularidades.
Cuando esto no pasa, destruye lo que no es suyo (y que tendrán que pagar los vecinos que le apoyaron) y para no tener que cargar con la responsabilidad, se suicida.
Muy americano
Realidad: causa daños en varios edificios con un bulldozer
Periódicos: destruye una ciudad
#1 #1 brinxer dijo: Me parece legítimo lo que hizo, cuando el estado lo único que hace es joderte y ponerte trabas, cuando se supone que debe apoyar al ciudadano, al desarrollo del municipio, comunidad o a la prosperidad general y solamente está fastidiando... pues mira, al final se acaba el contrato social y el pueblo está en la obligación de ejercitar esa fuerza que cedió para recobrar lo que le pertenece legítimamente. Esto ni si quiera va de ideologías políticas, sino de la más elemental libertad.@brinxer No estoy de acuerdo. El ayuntamiento actuó mal, y por parte es responsable de ese suicidio, al menos en parte. Pero una persona debe saber que a veces se dan circunstancias en las que uno no obtiene lo que quiere y hay que buscar la mejor salida posible. Todo hubiera acabado si hubiera vendido esa parcela o la hubiera dejado olvidada. No creo que le trajera una ruina total, ese hombre sabía de mecánica quedó claro, podría ganarse la vida sin problema. Podría haber sido feliz sin ese garaje. Pero la solución fue destruir viviendas y propiedades públicas y pegarse un tiro en nombre de Dios. Me parece obvio que necesitaba ayudaba psicológica. Esto me recuerda a la gente que cruza por el paso de cebra sin mirar, porque está en su derecho y si lo atropellan es culpa de otro, pero el otro seguirá haciendo su vida y tu estarás muerto. Hay que mirar más allá y el amor propio está bien pero hay que tener sentido común.
La de gilipolleces que se hacen en nombre de amiguitos imaginarios.
#2 #2 danisimio dijo: Resumen:
Un tío se compra un terreno y construye un taller mal hecho sin una carretera que lo conecte.
Para llegar al taller atraviesa un terreno privado.
Cuando construyen en ese terreno, se compra un bulldozer para crear una carretera ilegal hacia su taller.
Cree que el es distinto a los demás y tienen que perdonarle todas sus irregularidades.
Cuando esto no pasa, destruye lo que no es suyo (y que tendrán que pagar los vecinos que le apoyaron) y para no tener que cargar con la responsabilidad, se suicida.
Muy americano
a lo que vi, otra persona que lo detestaba fue quien hizo lo de bloquearle la entrada
#2 #2 danisimio dijo: Resumen:
Un tío se compra un terreno y construye un taller mal hecho sin una carretera que lo conecte.
Para llegar al taller atraviesa un terreno privado.
Cuando construyen en ese terreno, se compra un bulldozer para crear una carretera ilegal hacia su taller.
Cree que el es distinto a los demás y tienen que perdonarle todas sus irregularidades.
Cuando esto no pasa, destruye lo que no es suyo (y que tendrán que pagar los vecinos que le apoyaron) y para no tener que cargar con la responsabilidad, se suicida.
Muy americano
@danisimio Te faltan datos por saber de este caso, de hecho, no se menciona aquí que habría habido colusión entre el ayuntamiento, municipio o como se llame y el dueño de la fábrica de hormigón para obligar al dueño del taller a vender su propiedad, y como él se negó, empezaron con estas trabas, lo que finalmente lo llevó al colapso. Hay información de este caso en las redes, es cosa de buscar, incluso están los videos por ahí...
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22 feb 2024, 22:47
Me parece legítimo lo que hizo, cuando el estado lo único que hace es joderte y ponerte trabas, cuando se supone que debe apoyar al ciudadano, al desarrollo del municipio, comunidad o a la prosperidad general y solamente está fastidiando... pues mira, al final se acaba el contrato social y el pueblo está en la obligación de ejercitar esa fuerza que cedió para recobrar lo que le pertenece legítimamente. Esto ni si quiera va de ideologías políticas, sino de la más elemental libertad.