Madre mía. Ya estamos, el dinero público no es de nadie, ¿no?
La sanidad pública, como la privada, utiliza recursos para tratar a las personas. Un sistema eficaz sanitario público podría ser igual de bueno que uno privado, pero la gilipollez que hacéis de asumir que uno público tendrá todos los recursos que necesita, y uno privado no se preocupará de ofrecer un buen servicio, es estúpida, porque:
1) Ambos te cuestan dinero.
2) Ambos pueden ofrecer servicios a los que tienen menos; porque ambos funcionan igual, tu pagas una cantidad X (tus impuestos o tu seguro), y en base a lo que mucha gente paga, te tratan hasta cierto punto, y con parte del dinero puedes tratar a los que tienen menos. HASTA CIERTO PUNTO.
3) Lo que hace que un servicio sea de calidad, tenga un precio razonable y cubra tus necesidades es la COMPETENCIA. La administración no tiene, y de ahí que todo lo relacionado con ella suela GESTIONARSE DE PENA. Un sistema monopolístico (como el de EEUU, que porcierto, es el país del mundo que más gasta en sanidad PÚBLICA) tiene el mismo efecto, por falta de competencia. Y en ambos casos la culpa es de la clase política, que te obliga a usar su servicio en el primero, o blinda el mercado para sus amigos en el segundo.
¿Sabías que la mayoría de medicamentos, equipos médicos, insumos, investigación, etc, etc, vienen de empresas privadas, de universidades y centros de investigaciones que cuentan con inversionistas y demás accionarios??
La salud debe ser de acceso universal, pero pregonar que todo lo público es perfecto, cristalino y siempre la mejor opción es un fetiche político.
Por ejemplo, si estudias las granjas inteligentes de Países bajos (las cuales actualmente producen el 70% de alimentos orgánicos de la Unión europea), verás que el 50% de la participación es privada y el otro 50% es gubernamental, incluso con la universidad agrícola más importante del mundo pasa lo mismo (Wageningen).
#4 #4 garkerk dijo: Madre mía. Ya estamos, el dinero público no es de nadie, ¿no?
La sanidad pública, como la privada, utiliza recursos para tratar a las personas. Un sistema eficaz sanitario público podría ser igual de bueno que uno privado, pero la gilipollez que hacéis de asumir que uno público tendrá todos los recursos que necesita, y uno privado no se preocupará de ofrecer un buen servicio, es estúpida, porque:
1) Ambos te cuestan dinero.
2) Ambos pueden ofrecer servicios a los que tienen menos; porque ambos funcionan igual, tu pagas una cantidad X (tus impuestos o tu seguro), y en base a lo que mucha gente paga, te tratan hasta cierto punto, y con parte del dinero puedes tratar a los que tienen menos. HASTA CIERTO PUNTO.
3) Lo que hace que un servicio sea de calidad, tenga un precio razonable y cubra tus necesidades es la COMPETENCIA. La administración no tiene, y de ahí que todo lo relacionado con ella suela GESTIONARSE DE PENA. Un sistema monopolístico (como el de EEUU, que porcierto, es el país del mundo que más gasta en sanidad PÚBLICA) tiene el mismo efecto, por falta de competencia. Y en ambos casos la culpa es de la clase política, que te obliga a usar su servicio en el primero, o blinda el mercado para sus amigos en el segundo.qué bien explicado @garkerk, la competencia es la clave para evitar los monopolios abusivos y con mal rendimiento.
. Si la administración pública fuese la solución, la alimentación pública que hay en Cuba sería un éxito, pero es un fracaso en comparación con el libre mercado del resto del mundo.
. La sanidad debería liberarse a la libre competencia y que la pública garantice el servicio a quien no pueda disponer de ella. Como sucede en Singapur.
. Otro ejemplo de fracaso es la educación pública, si el dinero destinado a politizar la educación fuera destinado a un bono con el que los padres elijieran la educación de sus hijos, tendrían mucho mejor servicio.
. La educación pública debería ser para quienes no pueden acceder a ella, como los niños de pueblos aislados.
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25 nov 2022, 06:37
#1 #1 tragapanes dijo: . Si la administración pública fuese la solución, la alimentación pública que hay en Cuba sería un éxito, pero es un fracaso en comparación con el libre mercado del resto del mundo.
. La sanidad debería liberarse a la libre competencia y que la pública garantice el servicio a quien no pueda disponer de ella. Como sucede en Singapur.
. Otro ejemplo de fracaso es la educación pública, si el dinero destinado a politizar la educación fuera destinado a un bono con el que los padres elijieran la educación de sus hijos, tendrían mucho mejor servicio.
. La educación pública debería ser para quienes no pueden acceder a ella, como los niños de pueblos aislados.
El problema es que de una mala administración privada puedes escapar, en teoría, antes o después. De una mala administración pública (vease Renfe y muchos casos, la atención primaria, y cada vez más la educación publica, que aunque universal, menos y menos educativa) no te escapas nunca, a veces ni con un cambio de régimen