Un inventor keniano de 25 años ha inventado unos guantes inteligentes que traducen automáticamente el lenguaje de signos
Cuando pienso en lenguaje inclusivo, esto es lo que debería venir a la mente.
No le quito el merito a este hombre, pero creo que ya lleva años un modelo parecido
¿No era más fácil aprender el lenguaje de signos?
#5 #5 romuerto dijo: ¿No era más fácil aprender el lenguaje de signos?@romuerto
Entiendo tu punto, pero imagina que trabajas no sé... en un banco, una cafetería, en un centro de atención al cliente, en tu propio negocio de ventas y llega una persona con discapacidad auditiva a la que tienes que atender o necesita que le prestes un servicio, el desafío es para ambos: para el normoyente quién debe atender y a la persona con discapacidad auditiva que se quiere dar a entender.
Es por esto que es una maravilla poder contar con una herramienta que le facilite la inclusión e independencia a estas personas que generalmente dependen de alguien mas que haga las veces de traductor y que no siempre esta a la mano, esta herramienta facilita la inclusión y evitaría la segregación o marginación en la que se encuentra...
Pero igual te hablo del punto de vista de una docente a la que le gustaría que sus alumnos con discapacidad auditiva tuvieran oportunidad de integrarse mas allá de sus círculos mas cercanos como: la escuela, la familia y los amigos...
Deja tu comentario
Necesitas tener una cuenta en cuantarazon.com para poder dejar comentarios.¡Registra tu cuenta ahora!
15 feb 2019, 21:14
Todo invento por la integración es una buena noticia, pero lo grave (en España) es que la LSE es lengua co-oficial del estado y no hay intérpretes en centros públicos (ni siquiera por servicio de videoconferencia, que sería lo ideal, para tenerlo centralizado). Cada vez que una persona sorda necesita hacer gestiones, o pide intérprete en su asociación local o tiene que tirar de familiares oyentes que signen.
Por otro lado, la LSE (imagino que la lengua de signos que usen en Kenia será similar en ese aspecto) no son sólo las letras, también la velocidad o la cara que acompaña al signo cambian el significado. Por ejemplo: el signo de "(sabor) dulce", "pastel", "baño (WC)" y "dolor" es el mismo, lo que cambia el significado es la cara al signarlo, así que "voy a por tarta", "voy al WC" o "tengo dolor" se signa igual (lo mismo pasa cuando signas la letra "J", las palabras "ojalá" y "jefe" y el insulto "giliP..as").