Dos tipos de padres
Pues sinceramente prefiero el segundo que el primero, que ser un niñato mimado no es bueno
a la segunda: si no motivas con un pequeño premio al esfuerzo respondiendo de esa manera entonces no castigues el fracaso, asi de simple
La felicidad no es tener lo que quieres sino querer lo que tienes
#1 #1 kn2 dijo: La felicidad no es tener lo que quieres sino querer lo que tienes@kn2 Vamos, que si tengo una pc de mierda del 2005 tengo que ser feliz con ella y quererla por cojones? xD eso no tiene sentido.
@latinoamistoso mejor un diccionario o un teclado decente
@jerryfuuma es que si a alguien de como mucho 14 años aprueba todo pues no le vas a dar nada, como mucho si saca notas francamente buenas pero si suspende se le castigará o algo, el interés por los estudios, pensar en el futuro etc no viene hasta bachillerato o incluso más tarde. Las motivaciones de un preadolescente son no tener bronca en casa, no ser el tonto de la clase(o tener que repetir curso) o como mucho una asignatura en, concreto y algunos que ni con esas hacen el esfuerzo mínimo.
Yo creo que ni una cosa ni otra. Ni un móvil de 1000 euros, pero tampoco cortarles la alegría de cuajo como los segundos padres. Que sí, que es su deber, pero aunque no le regales nada, al menos alégrate con tu hijo de los resultados de su esfuerzo. Una enhorabuena o un "bien hecho, hijo" no cuesta dinero.
Los segundos padres lo que están haciendo es menospreciarle el esfuerzo y amargarle.
#3 #3 nonrandomguy dijo: Son dos filosofías completamente opuestas para criar a tus hijos....
La primera se basa en la recompensa y el castigo: trabajas por un objetivo y al final lo consigues. Es una filosofía que, si no se abusa de ella, te enseña que detrás de cada esfuerzo hay una recompensa. El problema de este pensamiento es que es materialista y tiene un gran fallo: si desaparece la recompensa, desaparece el interés. En la vida real, hay muchos esfuerzos que jamás se van a recompensar con cosas materiales.
El segundo tipo de padres profundizan más en los valores morales de lo que es y no es correcto. Te enseñan que las cosas hay que hacerlas bien porque "el bien" es un objetivo por sí mismo, independientemente de la recompensa material. El problema de este pensamiento es que a veces raya lo utópico y, por supuesto, puede ser inviable si el interés del inviduo sobre el asunto a tratar es bajo.
El caso ideal de enseñanza es uno donde se enseña a los niños a disfrutar consiguiendo los objetivos, ya que el conocimiento del mundo debería ser suficiente recompensa... Pero eso es algo que depende más del modelo educativo que de otra cosa. Si hablamos de España, donde los objetivos se miden del 0 al 10, independientemente de si el alumno ha aprendido algo o no, pues entonces estamos ante un modelo educativo que ha fracasado.
@nonrandomguy Los segundos padres son unos amargados incapaces de dar una palmada en el hombro a su hijo y de alegrarse con él.
Yoe conformo sie regalan um caramelo
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13 nov 2018, 11:59
Son dos filosofías completamente opuestas para criar a tus hijos....
La primera se basa en la recompensa y el castigo: trabajas por un objetivo y al final lo consigues. Es una filosofía que, si no se abusa de ella, te enseña que detrás de cada esfuerzo hay una recompensa. El problema de este pensamiento es que es materialista y tiene un gran fallo: si desaparece la recompensa, desaparece el interés. En la vida real, hay muchos esfuerzos que jamás se van a recompensar con cosas materiales.
El segundo tipo de padres profundizan más en los valores morales de lo que es y no es correcto. Te enseñan que las cosas hay que hacerlas bien porque "el bien" es un objetivo por sí mismo, independientemente de la recompensa material. El problema de este pensamiento es que a veces raya lo utópico y, por supuesto, puede ser inviable si el interés del inviduo sobre el asunto a tratar es bajo.
El caso ideal de enseñanza es uno donde se enseña a los niños a disfrutar consiguiendo los objetivos, ya que el conocimiento del mundo debería ser suficiente recompensa... Pero eso es algo que depende más del modelo educativo que de otra cosa. Si hablamos de España, donde los objetivos se miden del 0 al 10, independientemente de si el alumno ha aprendido algo o no, pues entonces estamos ante un modelo educativo que ha fracasado.